En la actualidad, casi todos los productos se han “comoditizado” y cuando esto sucede, no importa lo que vendas, eres percibido igual que a tu competencia.
En este mundo lleno de información, existe un empate entre capacidades tecnológicas e industriales, por eso, es muy difícil decir “Yo soy diferente” u “Ofrezco algo distinto”
Aunque lo fueras o lo tuvieras, es más complicado comunicarlo y que la gente lo crea.
Y cuando todos son iguales, sabes quién gana?: El que baja el precio, pero eso no es negocio.
Cuando todos los productos son iguales, el cerebro no tiene la capacidad de diferenciar y tomar una decisión de compra, porque todos hacen sentir lo mismo, o activan de la misma forma.
Entonces, en la medida que tengamos la capacidad de diferenciar nuestro producto, basado en experiencias, podemos obtener mejores resultados.

• Antes vender era solo una TECNCIA

• Ahora es una CIENCIA

No importa a que te  dediques, hasta para que te den trabajo, tienes que saber vender
Realmente todos necesitamos ser grandes vendedores para alcanzar lo que deseamos de otras personas.
El verdadero vendedor no solo quiere hacer buenos negocios, valora también la forma de mejorar  la vida de los demás, cubriendo necesidades y/o ensenando algo a sus clientes.
Un cliente siempre te escucha cuando tienes una actitud positiva y un autentico interés por él.

Los clientes llegan a una conclusión: “Si me das una solución sin cobrar, sin poner condiciones, entonces eres alguien confiable y transparente, que no tiene problemas en mostrar lo que sabe, tiene o hace, lo que me vendes no puede ser malo y me tiene que servir”

De hecho, debemos entender que solo podemos vender algo en lo que creemos, conocemos y confiamos.
Para ser un vendedor exitoso hay que tener bastantes agallas, ser apasionado y sentirse ganador, no existe un excelente vendedor que no sea un entusiasta y una persona positiva.
Tienes que empezar a revisar tu propia actitud y lo que piensas, tanto de ti mismo, como de lo que haces...

Continuara///
Adaptacion: Héctor Cattena
Fuente: Libro VENDELE A LA MENTE…NO A LA GENTE ( Jurgen Klaric)